16 de abril de 2014

Te enriquece con su pobreza. Por ti sufre la negación de sus amigos

«Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso. Dios es el único que verdaderamente salva y libera.»
Papa Francisco

Miércoles Santo


Dibujo de Patxi Fano

Palabra de Dios
Mt 26, 14-25
Judas Iscariote, uno de los doce, fue a ver a los jefes de los sacerdotes y les preguntó: “¿Cuánto me daréis, si os entrego a Jesús?” Ellos señalaron el precio: treinta monedas de plata.
En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, a los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?» Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?» Él contestó: «ld a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos".» Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar». Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?» Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido». Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?» Él respondió: «Tú lo has dicho.» 
Palabra del Señor. 

Mi pequeño compromiso
Tú, Señor Jesús, estás aquí, en mi nuevo camino. Tú, Señor Jesús, estás aquí y me ofreces tu proyecto de vida. Yo cuento contigo: eres la respuesta a mi pregunta; eres la razón a mis razones. Yo, hoy, cuento contigo: eres el ideal de persona que yo quiero; eres el proyecto que yo asumo. Yo, hoy, cuento contigo: eres el sentido de mi vida.

Oración
Tu hora está cerca, mi Dios
y yo estoy aquí esperando que vengas.
Deseando invitarte a mi casa;
experimentando lo que es el amor y la entrega;
viviendo la dicha de ser hijo tuyo;
sintiendo la alegría de ser elegido.

¿Soy yo, Señor, a quien buscas?
¿Soy yo, Señor, con quien quieres estar?
¿Soy yo, Señor, en quien vas a confiar?

En confianza, mi Dios, quédate conmigo.
En conversión, mi Dios, cena a mi lado.

Que mi vida entera quiero pasar junto a ti.
Que todas las noches quiero celebrar la pascua contigo.

Pensamiento

"Os encargo haya en vosotras buen espíritu y buena armonía"
Madre Carmen del Niño Jesús

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