2 de abril de 2014

Él te enriquece con su pobreza; jamás se olvida de ti

El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros. Jesús, en efecto, «trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado».
Papa Francisco


Dibujo de Patxi Fano

Palabra de Dios

Jn 5, 17-30
“Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida..."
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo». Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Jesús tomó la palabra y les dijo: «Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuenta nada que no vea hacer al Padre. Lo que hace éste, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que ésta, para vuestro asombro. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió. Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida. Os aseguro que llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre dispone de la vida, así ha dado también al Hijo el disponer de la vida. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió».
Palabra del Señor.



Reflexión

  • ¿Cómo te imaginas la relación entre Jesús y el Padre?
  • ¿Cómo vives la fe en la resurrección?

Mi pequeño compromiso
Cristiano es el que hace lo que hizo Jesús “llevar la Buena Noticia a los pobres, anunciar su liberación a los cautivos y dar vista a los ciegos, dar libertad a los oprimidos” (Lc 4,18). ¿Qué voy a hacer hoy para “llevar la Buena Noticia” a las personas con las que me voy a encontrar.

Oración
Señor, haz de mi
un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio,
yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa,
yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia,
yo ponga la unión.
Que allá donde hay error,
yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda,
yo ponga la Fe.
Que allá donde hay desesperación,
yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas,
yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza,
yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto
ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo
como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida
eterna.
 
Pensamiento
"No hay que apurarse por nada: todo lo que padezcáis sea por Dios nuestro Señor."
Madre Carmen del Niño Jesús

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