11 de abril de 2014

Te enriquece con su pobreza, sé valiente y crece en este amor

«Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana.»
Papa Francisco


Dibujo de Patxi Fano

Palabra de Dios

Jn 10, 31-42
“Si no hago las obras que hace mi Padre no me creáis. Pero si las hago, creed en ellas aunque no creáis en mí, para que de una vez por todas sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre.”
En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús. Él les replicó: «Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?» Los judíos le contestaron: «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios». Jesús les replicó: «¿No está escrito en vuestra ley: "Yo, os digo: Sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre». Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: «Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad». Y muchos creyeron en él allí. 
Palabra del Señor. 



Reflexión

El Señor padeció de los gentiles y de los judíos, de los hombres y de las mujeres, como se ve en las sirvientas que acusaron a Pedro. Padeció también de los Príncipes y de sus ministros, y de la plebe... Padeció de los parientes y conocidos, y de Pedro, que le negó. De otro modo, padeció cuanto el hombre puede padecer. Pues Cristo padeció de los amigos que lo abandonaron; padeció en la fama, por las blasfemias proferidas contra Él; padeció en el honor y en la honra por las irrisiones y burlas que le infligieron; en los bienes, pues fue despojado hasta de sus vestidos; en el alma, por la tristeza, el tedio, y el temor; en el cuerpo, por las heridas y los azotes.
(Santo Tomás de Aquino. Suma Teológica 3, q.46, a.5)

Mi pequeño compromiso

Hoy me pondré en marcha ante el grito de auxilio de tanta gente que necesita de nosotros para seguir manteniendo la esperanza. ¿A quién puedo ayudar hoy? ¿Qué gesto de solidaridad puedo hacer con alguna persona que necesita de nuestra ayuda?

Oración
Señor, enséñanos a amar con obras concretas, como Tú nos has amado hasta dar tu vida por nosotros. Que nuestro compromiso por los más necesitados sea el testimonio de nuestro amor hacia ti. Ayúdanos a no dejarnos doblegar por el miedo o por el egoísmo. Fortalece nuestra fe. Amén.

Pensamiento
"Ten por costumbre repasar varias veces al día tu conciencia, a ver cómo te comportas con Dios"
Madre Carmen del Niño Jesús

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